viernes, 23 de mayo de 2014

Si te interesa cada detalle de la entrevista...


1.     ¿Qué es lo que te llevó  a especializarte en salud mental?
Me lo empecé a plantear durante la carrera. Cuando me empezaron a llamar la atención aspectos relacionados con: las habilidades sociales y de comunicación; el tema de las actividades grupales y todo lo que tenía que ver con lo psicosocial. Por otro lado yo veía que a la mayoría de mis compañeros les gustaba más la parte más técnica (urgencias, UCI, etc.) y o bien veía que la gran ilusión de compañeras de clase era ser matrona.
Un rotatorio que me llamó la atención y por el que tuve la oportunidad de estar dos meses fue por la unidad de oncología. Me pareció algo distinto, aunque suene algo extraño “se hablaba con el paciente”. No era todo el “jaleo técnico” al que estaba acostumbrada (que si medicación, sueroterapia, vías, analíticas, etc). La enfermera se dedicaba al paciente y a la familia; una poderosa herramienta de trabajo era la palabra, escucha y presencia. Se tenía muy en cuenta la parte emocional de la persona enferma.

Durante la carrera no tuve oportunidad de rotar por ningún dispositivo de salud mental; pero cuando en tercero de carrera di la asignatura de psiquiatría y salud mental, enseguida me “enganché”, me creó una curiosidad inmensa.


2.     ¿Qué tipos de enfermedades o trastornos mentales tratas con más frecuencia? ¿A qué edades se dan? ¿A qué crees que se deben?

Pues trabajamos con pacientes con diversos diagnósticos: trastornos de ansiedad, diversos tipos de depresión, trastornos psicóticos, trastornos de la personalidad, trastornos de la conducta alimentaria, abuso de sustancias nocivas, etc. También trabajamos con niños que tienen algún trastorno del comportamiento (trastorno negativista desafiante, trastorno disocial, TDAH, etc.) entre otras psicopatologías de la infancia y adolescencia.
Las edades son muy variables (dependiendo de la psicopatología). Pero si que se ven gente joven, por ejemplo de entre 18 a 25 años que debutan con un episodio psicótico.  Si bien es verdad, que la edad de inicio es muy variable y no podría concretar una exacta.
En cuanto a las causas, en psiquiatría es algo muy controvertido no hay una causa exacta. No hay un porqué. Hay hipótesis de carácter biológico, también en algunas psicopatologías hay un componente hereditario importante, los factores ambientales también influyen, entre otros.
P.ej en trastornos de ansiedad o depresión sí que se podría concretar alguna causa, aunque quizás sería más correcto hablar de factores de riesgo o factores desencadenantes; que son aquellas circunstancias que predisponen o que precipitan la aparición de alguno de estos trastornos (p.ej: muerte ser querido, situación de desempleo, conflictos familiares, divorcio, enfermedad crónica, dolor, etc.)
3.     ¿Cuáles son los cuidados más frecuentes que realizas?
La enfermera de salud mental tiene un amplio campo de actuación. No nos podemos olvidar que son varios los dispositivos de salud mental existentes y que si bien hay algunas intervenciones que son comunes  en todos; hay otras intervenciones que son específicas de otros recursos.
Hay cuidados comunes como: la administración y manejo de la medicación, educación para la salud (no hay que olvidar que varios de nuestros pacientes crónicos tienen dificultades para satisfacer su Autocuidado), manejo de la ansiedad y la atención en crisis.
La enfermera también tiene cabida en el manejo y realización de grupos. Organizamos y llevamos a cabo grupos de: psicoeducación (con pacientes y familiares), relajación, apoyo, duelo, terapias artísticas (cine, teatro, expresión corporal, musicoterapia, etc), talleres de prensa, etc.
Asimismo, la enfermera en el Centro de Salud Mental tiene funciones de gestoras de casos y compone lo que se denomina el “Programa de Continuidad de Cuidados”; esto es el seguimiento del paciente crónico con trastorno mental grave y que tiene entre sus objetivos e intervenciones: la adaptación del individuo en su comunidad,  seguimiento del paciente con trastorno mental grave, coordinación con dispositivos sociosanitarios y derivación a los mismos si fuese preciso, atención a las necesidades que el individuo no puede, no sabe o no quiere satisfacer.


Para finalizar quiero destacar tres intervenciones enfermeras que para mi son esenciales para una buena relación terapéutica y para un trabajo enfermero de calidad: escucha, presencia y apoyo.

Raúl Sánchez López.

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